Representa a la persona, cuyo origen, pensamientos, alegrías, sufrimientos y decisiones acaban esculpiendo el rostro a lo largo de la vida. Si no se enmascara, el rostro refleja la esencia personal, el estado de ánimo y la relación con los demás. El retrato es la forma más utilizada a lo largo de la historia del arte para representar el carácter y evocar el recuerdo de una persona.